¿Notas que algún caso se te resiste?
¿Te has percatado de que sueles atraer al mismo perfil de pacientes?
¿A veces sientes que no sabes cómo ayudar a alguien, que se te acaban las ideas y las técnicas?
Bienvenido al mundo profesional de la práctica clínica en psicoterapia. Nos ocurre a todos los que trabajamos en el sector.
Todos somos humanos, y muchas veces podemos confundirnos, sobre todo cuando el problema a tratar se parece al nuestro (algo altamente probable). Podemos, sin ser conscientes, proyectar nuestras creencias en la interpretación y diagnóstico del caso. Por este motivo es muy útil y constructivo conocerse y saber qué es aquello que uno mismo superpone y/o añade a las interpretaciones.
Para los que trabajamos ayudando a otros en su propio proceso personal de crecimiento y maduración, así como en la resolución de síntomas y traumas; es importante contar con el apoyo de alguien experimentado que nos oriente durante las intervenciones psicológicas.
Y recuerda: las dudas son la puerta de entrada para aumentar nuestra formación como psicólogos y adquirir mayor destreza profesional.
Contrastar los casos que estamos llevando con un supervisor experimentado nos puede ayudar a ver aspectos en los que no habíamos reparado y a encontrar soluciones más creativas, contando con los años de experiencia que el supervisor pone a nuestro alcance.
La supervisión es una guía y apoyo a todos los profesionales que quieran mejorar en sus intervenciones terapéuticas.
Las sesiones de supervisión pueden hacerse de manera individual o de manera grupal, siempre siendo guiados por la experiencia del supervisor.