Terapia Online
La tecnología, y en este caso, Internet, ha modificado la manera de ejercer algunas profesiones. La psicología es una de ellas.
La A.P.A (American Psychological Association), basándose en los resultados obtenidos en estudios recientes, afirma que la psicoterapia online es tan eficaz como la presencial, y en algunos casos, se han obtenido mejores resultados que con la terapia presencial.
¿Por qué online?
Desde hace algunos años, se me ocurrió implementar este tipo de terapia, porque me encontraba con pacientes que en algún determinado momento tenían que continuar sus estudios o su trabajo en otro país, o bien habían decidido trasladar su residencia y esto implicaba dejar su proceso a medias.
Los probamos primero con personas que ya hacían terapia presencial, y a pesar de algunas reticencias, aceptaron hacer algunas sesiones a distancia.
El resultado fue excelente. Tanto es así, que decidimos ampliarlo a personas que no podrían venir nunca a la consulta, a nuevos pacientes. Y otra vez, el resultado fue excelente.
Nuestras normas
Siempre el mismo terapeuta
El terapeuta ha de ser siempre el mismo. Para abrirse es necesario hacer una alianza terapéutica, y es necesario que me atienda siempre la misma persona.
Proceso adaptable
Que la frecuencia y duración sea algo pactado con previsión y supervisado por el profesional (que la elección de estas variables no sea azarosa).
Profesional verificado
Con respecto al profesional: es importante verificar su formación académica, fíjate que tenga número de colegiado y que esté inscrito en el colegio de psicólogos donde ejerce presencialmente, también puedes leer si tiene disponibles opiniones de usuarios.
Objetivos dinámicos
Que se vayan planteando objetivos a medida que voy trabajando mi historia, es decir, que sea un proceso flexible a mis cambios.
Sin límites de tiempo
Que no haya tiempo máximo de duración del tratamiento: si hay un tiempo máximo predefinido significa que el tratamiento acabará hayas resuelto el problema o no.
Primera sesión de prueba
Una vez que elijas a algún profesional, haz una primera sesión, y experimenta como te sientes, puedes ir viendo a lo largo de las primeras sesiones si te gusta trabajar con este profesional o prefieres buscar otro; a partir de esta experiencia puedes planificar hacer un proceso de mayor duración.
Sesiones adecuadas
Que las sesiones duren 45 minutos como mínimo. Si hay que hacer ejercicios, las sesiones de menos tiempo condicionan el trabajo.
Comodidad ante todo
Si sientes que el terapeuta o el proceso no te acaba de convencer, es mejor que lo comuniques y busquéis una solución, ya sea con esa persona o con otra.
Emails no, por favor
No comparto la idea de tratar por emails, porque tampoco comparto la idea de dar sugerencias a personas que no conozco. Prefiero hacer una primera sesión o consulta (donde puedo preguntar lo que necesito saber) y dar mi devolución en función de lo que veo, escucho, etc.
Ventajas de la
terapia online
01
Yo elijo a mi terapeuta
Puedo elegir a cualquier terapeuta del mundo, es decir, no estoy limitado a mi ciudad.
02
Privacidad asegurada
Ayuda a mantener el anonimato, ya que las consultas son 100% privadas.
03
Acceso sin limitaciones
Permite que algunas personas con patologías complicadas accedan a los tratamientos.
04
Aprovechamos el tiempo al máximo
Al evitar tener que desplazarnos, podemos ahorrar tiempo y utilizarlo durante las consultas.
05
Datos siempre actualizados
Como trabajamos con archivos, podemos ir actualizándolos para hacer un buen seguimiento del proceso.
06
Mayor control del tratamiento
Los pacientes pueden mantener sesiones regularmente incluso en viajes, mudanzas u otras situaciones complicadas.
Preguntas Frecuentes
Sí, no vamos a decir lo contrario. Tiene un formato diferente, las sesiones se realizan a través de herramientas de videoconferencia y un teléfono (por si hay problemas de audio).
No, es diferente. Aunque la efectividad y los temas a tratar son los mismos. También se pueden hacer ejercicios, cuestionarios, como en una terapia presencial.
Eso depende de la seriedad con que nos lo tomemos. Podemos hacer terapia presencial y tampoco tomárnoslo en serio.