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Psicoterapia

Psicoterapia

Existe una manera de enfocar las situaciones, que nos permite ver las adversidades como una oportunidad de cambio y crecimiento.

Como especie, hemos evolucionado a partir de lo que nos inventamos para superar las dificultades.

Psicoterapia integrativa

El objetivo común de toda psicoterapia ha de ser siempre que el cliente o destinatario de la misma pueda generar un cambio en su existencia.

El cliente, a partir de esta relación terapéutica, puede descubrir y crear ese “algo” que necesita para producir cambios.

¿Qué podemos conseguir?

Autoafianzarse

Superar bloqueos

Poner límites

Responsabilizarse de los propios actos

Autoconfianza

Autodependencia emocional

Aceptar los propios deseos

Resolución de situaciones inconclusas

Poder elegir sin culpa

Mejorar vínculos afectivos

Tener una autoestima saludable

Posicionarse profesionalmente

¿Por qué integrativa?

Nos referimos a una psicoterapia Integrativa cuando la misma está enmarcada dentro del enfoque humanista integrador. Se toman los aspectos cognitivo, afectivo, fisiológico del ser Humano, viéndolo como un todo Integrado. Desde esta perspectiva se utiliza más de un enfoque terapéutico; en mi caso particular utilizo toda mi formación: la terapia Gestalt, el psicoanálisis, la terapia cognitiva, las técnicas de integración cerebral para superación de traumas y síntomas, la terapia sistémica; y el coaching.

Aunque para alguno esto puede resultar poco común y hasta contradictorio, yo considero que el ser humano es un todo complejo y organizado. Todas las perspectivas teóricas pueden ser buenas herramientas utilizadas en el momento oportuno, son visiones que nos pueden ayudar a hacer aquello que nos falta para esclarecer situaciones inconclusas, poner en funcionamiento partes “dormidas”, ayudarnos a tener más control sobre nosotros mismos, re-armar nuestra historia, dar nuevas respuestas a las situaciones repetitivas, entre otras.

Y no hay que olvidar que cada persona es distinta…¿podría acaso un solo enfoque terapéutico abarcar todos los problemas psicológicos existentes? Mi experiencia me dice que no. Con una sola perspectiva la mayoría de las veces nos quedamos cortos.

Si el fin es encontrar soluciones que funcionen, es mejor tener diferentes visiones y poder aplicar distintas herramientas que nos ayuden a alcanzar las metas propuestas. Al final se trata de eso, de incorporar otras perspectivas, en plural.

Objetivos

En el enfoque Humanista Integrador, los objetivos que persigue el proceso terapéutico varían según la demanda. Sin embargo, podemos agruparlos de forma genérica en:

Lograr bienestar y equilibrio emocional

No depender emocionalmente de los demás

Estar y vivir en el aquí y ahora

Reconocer y aceptarse como ser único en cuerpo, emociones y pensamientos

Permitirse comportamientos espontáneos y creativos

Confiar y potenciar mi capacidad y recursos para resolver situaciones

Localizar, entender y aceptar los deseos propios

Comprometerse y responsabilizarse con uno mismo y con su felicidad

Regular y comprender nuestras emociones y sentimientos

Reforzar la autoestima y la confianza en sí mismo

Fomentar encuentros sanos y evitar vínculos tóxicos

Soltar el pasado: cerrar situaciones inconclusas

La relación terapéutica

Lo más importante aquí es que se establezca un vínculo de confianza entre el terapeuta y el destinatario, para que podamos atrevernos a correr riesgos. Solo podré saber cómo me siento con el terapeuta cuando lo conozca y me vincule con él. Esta es la base de la relación ayuda.

relacion terapeutica

Esto quiere decir que experienciar un proceso terapéutico no es algo que pueda sustituirse por leer sobre cómo se resuelven problemas similares (aunque las lecturas pueden ser de ayuda).

La idea es que cada uno tiene que apropiarse de su existencia concreta y ha de encontrar su manera, su espacio. Tiene que ver con experienciar lo que no me gusta, con vivenciar los cambios, más que con leer o solo pensarlos, imaginarlos, desearlos.

También es importante que la persona que me guíe (el terapeuta) tenga un buen proceso terapéutico realizado consigo mismo, es decir, que pueda hablarme del camino a seguir porque lo ha recorrido en su propio proceso.

El mapa no es el territorio ni lo comprende en su totalidad